Fundada el 12 de octubre de 1884 por el comandante de Marina Augusto Lasserre, “la ciudad más austral del mundo”, todos los años prepara una gran fiesta para festejar un nuevo aniversario de su fundación. El 12 de octubre de 1884 se declaró oficialmente habilitada la entonces subprefectura de Tierra del Fuego, hoy Prefectura Ushuaia e Islas del Atlántico Sur, siendo la primera institución nacional en asentarse en la isla.
El 28 de septiembre de 1884, con alrededor de trescientos habitantes,
Ushuaia recibió a Lasserre, que llegó con la “División Expedicionaria al
Atlántico Sur” a bordo de la cañonera Paraná, después de haber pasado por la
Isla de Los Estados, con un personal de ciento dos hombres. El superintendente
de la “Misión Sud Americana” era el reverendo Thomas Bridges, cuya firma figura
entre muchas otras en el acta de establecimiento de la subprefectura marítima.
Otros firmantes locales fueron los catequizadores de la misión Robert W.
Whaits y Juan Lawrence, encargado de la enseñanza, por lo que se puede
considerar el primer docente de Tierra del Fuego; y, por otro lado, para
mencionar sólo a los que se quedaron en el lugar, están las del personal de la
subprefectura Alejandro Virasoro y Calvo, quien fue designado primer
subprefecto; Pedro Reyes; y Luis Fique, conocido en Ushuaia como “El Primer
Argentino”.
Los resultados de dicha expedición no se reducen al simple hecho de un
cambio de banderas, sino que en representación de la Armada Argentina y del
Estado Nacional, al izar nuestro pabellón nacional, sentó las bases firmes e
indelebles de nuestra soberanía nacional en los territorios del sur.
La tarea de Lasserre no terminaría allí, la de la Armada Argentina
tampoco. Durante décadas la ruta trazada por aquella Expedición se vio
reeditada en innumerables ocasiones, toda vez que los buques y transportes de
la Armada Argentina recalaron en esta bahía para abastecer de víveres,
transportar materiales y ser nexos de comunicación para el naciente
asentamiento que se convertiría en la capital de Tierra del Fuego, bastión más
austral de la República Argentina y puerta de ingreso a la Antártida.
“La División Expedicionaria al Atlántico Sud, modesta, sufrida y calladamente, realizó una expedición naval rica en hechos memorables. En el orden político debe reconocérsele a la División del Comodoro Lasserre, el haber hecho efectiva la soberanía argentina en Tierra del Fuego. Él izó allí por vez primera el pabellón nacional. La función administrativa fue además celosamente cuidada cuando se dejó reglamentada hasta la minucia, el funcionamiento de las subprefecturas, las atribuciones de las autoridades, las obligaciones del personal subalterno, y reguladas las relaciones de estos últimos con la misión protestante y los indígenas por ella catequizados. Se fundaron también en aquella oportunidad las bases en que se asentaría la futura población capital del territorio fueguino: Ushuaia”, son las palabras del historiador Armando Braun Menéndez en su libro “Pequeña Historia Fueguina”, donde narra acabadamente lo logrado por Lasserre.
Ese acto significó la definitiva toma de posesión de la costa sur de la
Isla por parte de la Argentina. Construyó varios edificios públicos, entre
ellos la Subprefectura dependiente de la Armada, e instaló balizas para la
navegación. Poco después visitó Punta Arenas, acto en el cual comunicó
oficialmente la afirmación argentina de la zona al gobierno chileno. A fines
del mismo año, el Coronel de Marina Lasserre viajó a Europa, para traer el
primer crucero acorazado que se incorporó a la flota argentina, el “Patagonia”,
así llamado en honor a su actuación.
Para poblar la zona, el Gobierno Argentino instaló, en 1902, una cárcel.
Un hito que marcó su perfil durante la primera mitad del siglo. En ese penal se
alojaron algunos de los más famosos criminales de la época. La cárcel llegó a
tener más de 600 presos y ayudó en el desarrollo de Ushuaia pues daba servicios
a toda la ciudad, como electricidad, imprenta, teléfono y hasta bomberos. Fuera
de la cárcel, los presos construyeron caminos, puentes y también el tren más
conocido como el “Tren del Fin del Mundo”.